Antes de meterme con la receta quería escribir unas breves líneas sobre la levadura.
Estas explicaciones no tienen otro objetivo más que el de ayudar a que no os equivoquéis a la hora de comprarla, no pretenden ser una clase de biología.
La levadura que vamos a utilizar para hacer la pizza puede ser una de las dos siguientes:
La levadura que vamos a utilizar para hacer la pizza puede ser una de las dos siguientes:
- Levadura fresca, también llamada levadura prensada.
- Levadura de panadero, también llamada levadura liofilizada, levadura deshidratada en polvo o levadura seca.
A la hora de comprar levadura fresca tiene una duración muy breve y os puede caducar antes de llegar a usarla. Normalmente se encuentra en supermercados en el mismo lineal que los yogures o en panaderías en las que hagan su propio pan (algunas sólo hornean pan congelado).
La levadura deshidratada, por el contrario, dura varios meses sin estropearse. También la podéis encontrar en el supermercado, suele encontrarse en la zona en la que están las gelatinas, etc.
Podéis usar la fresca o la seca indistintamente siempre que calculéis correctamente la cantidad que necesitáis de una u otra. Si compráis levadura seca debéis buscar en el envase la equivalencia con la levadura fresca ya que varía de unos fabricantes a otros, pero en general se usa 1/3 de levadura seca respecto a la fresca.
Lo que NO NOS SIRVE para hacer la pizza es la levadura química como la levadura Royal, ya que no es realmente una levadura sino que es un impulsor químico y no hace que fermente la masa. Las levaduras químicas son adecuadas para muchas otras preparaciones como, por ejemplo, las de los bizcochos.
Por cierto, que nadie se espante con el olor de la levadura pues es un poco desagradable y molesta a algunas personas. Este olor desaparece una vez cocinada la masa.
RECETA DE LA MASA DE PIZZA
- Tiempo de elaboración: 35 minutos + 2 horas de reposo
- ¿Apta para vegetarianos?: Sí.
- ¿Apta para veganos?: Sí.
- ¿Apta para celíacos?: No.
- ¿Apta para intolerantes a la lactosa?: Sí.
INGREDIENTES PARA 8 BASES DE PIZZA INDIVIDUALES:
· 500 g. de harina.
· 12 g. de levadura fresca.
· Unos 15 g. de sal.
· 1 cucharada de postre de azúcar (unos 5 g.)
· 3 cucharadas soperas de aceite de oliva (uno 23 g.)
· Entre 275 y 300 ml de agua.
PASO A PASO:
1) Disolvemos la levadura fresca en 100 ml de agua tibia (entre 32 y 38º).
Hay que tener en cuenta que la levadura es un organismo vivo, un hongo unicelular que morirá si lo introducimos en agua demasiado caliente (aproximadamente, por encima de 50º) y que permanecerá latente si se encuentra en un entorno frío.
2) Cuando esté disuelta la levadura, añadimos el azúcar y removemos bien.
3) En otro recipiente ponemos otros 100 ml de agua tibia y disolvemos la sal. Atención, si echamos la sal directamente a la levadura también se morirá.
4) En un bol grande ponemos la harina y hacemos un hueco en el centro, como si se tratase de un volcán.
5) En el cráter del volcán añadimos la levadura disuelta y el aceite.
6) Con la ayuda del tenedor vamos mezclando el líquido con la harina poco a poco.
7) Cuando hayamos mezclado un poquito añadimos la sal disuelta en agua tratando de no verterla directamente sobre la levadura.
8) Aún nos quedan entre 75 y 100 ml de agua que debemos ir incorporando mientras seguimos amasando.
9) Una vez que la masa tenga una consistencia un poco sólida y no se desparrame podemos empezar a amasar sobre una superficie horizontal ligeramente enharinada.
10) El amasado debe realizarse del siguiente modo:
12) Cubrimos el bol con un trapo húmedo y lo colocamos en un lugar cálido donde no haya corrientes de aire para que repose.
13) Dejamos que repose unas dos horas.
14) Una vez que la masa esté lista para extenderla podemos hacer lo siguiente:
15) Para extenderla tomamos un trozo de masa (unos 100 ó 125 g.) y formamos una bolita con ella.
16) Enharinamos la superficie donde vayamos a trabajar y comenzamos a estirarla con un rodillo o con las manos.
Para conseguir que nos quede redonda debemos ir girando la masa mientras amasamos tratando de extender la masa de igual forma por todos lados, sin embargo, en mi opinión poco importa la forma que tenga, especialmente si os gustan las masas muy finitas. Es decir, será mejor que sea asimétrica y con una base delgada a que sea un círculo perfecto y nos quede demasiado gruesa.
Como he dicho antes, también podemos congelar la masa una vez extendida.
La mejor forma es colocando papel de horno entre cada base para que no se peguen y luego envolviendo todas las bases en papel film o papel de aluminio si queremos dejarla extendida.
Otra forma es extenderla, colocarla sobre papel de horno, cubrirla con otro papel de horno y enrollarla. Meterla en una bolsa o envolverla con film o aluminio.
2) Cuando esté disuelta la levadura, añadimos el azúcar y removemos bien.
3) En otro recipiente ponemos otros 100 ml de agua tibia y disolvemos la sal. Atención, si echamos la sal directamente a la levadura también se morirá.
4) En un bol grande ponemos la harina y hacemos un hueco en el centro, como si se tratase de un volcán.
5) En el cráter del volcán añadimos la levadura disuelta y el aceite.
6) Con la ayuda del tenedor vamos mezclando el líquido con la harina poco a poco.
7) Cuando hayamos mezclado un poquito añadimos la sal disuelta en agua tratando de no verterla directamente sobre la levadura.
8) Aún nos quedan entre 75 y 100 ml de agua que debemos ir incorporando mientras seguimos amasando.
9) Una vez que la masa tenga una consistencia un poco sólida y no se desparrame podemos empezar a amasar sobre una superficie horizontal ligeramente enharinada.
10) El amasado debe realizarse del siguiente modo:
- A) Formamos una bola.
- B) Extendemos la masa con la palma de la mano alejándola de nosotros y obtendremos una especie de torta.
- C) Doblamos la masa en dos, cogiendo el extremo más alejado de nosotros y plegándolo hacia el lado más cercano a nosotros.
- D) Giramos la masa 90º hacia derecha o izquierda, da igual.
- E) Repetimos los pasos B, C y D durante unos 15 minutos o hasta que la masa esté elástica y lisa. En ese punto la masa ya no debe pegársenos a las manos pero aún debe estar lo suficientemente húmeda como para ser bastante flexible.
12) Cubrimos el bol con un trapo húmedo y lo colocamos en un lugar cálido donde no haya corrientes de aire para que repose.
13) Dejamos que repose unas dos horas.
- Para saber si la masa está lista podemos presionarla con un dedo, si el agujero se rellena es que aún debe reposar más.
- Cuando presionemos y el agujero no se rellene es que la masa está lista.
- Otra pista para saber si la masa ha leudado lo suficiente es que haya duplicado aproximadamente su volumen.
14) Una vez que la masa esté lista para extenderla podemos hacer lo siguiente:
- A) Extenderla para consumirla o congelarla.
- B) Conservarla en nevera o congelada en bolitas.
15) Para extenderla tomamos un trozo de masa (unos 100 ó 125 g.) y formamos una bolita con ella.
16) Enharinamos la superficie donde vayamos a trabajar y comenzamos a estirarla con un rodillo o con las manos.
Para conseguir que nos quede redonda debemos ir girando la masa mientras amasamos tratando de extender la masa de igual forma por todos lados, sin embargo, en mi opinión poco importa la forma que tenga, especialmente si os gustan las masas muy finitas. Es decir, será mejor que sea asimétrica y con una base delgada a que sea un círculo perfecto y nos quede demasiado gruesa.
Como he dicho antes, también podemos congelar la masa una vez extendida.
La mejor forma es colocando papel de horno entre cada base para que no se peguen y luego envolviendo todas las bases en papel film o papel de aluminio si queremos dejarla extendida.
Otra forma es extenderla, colocarla sobre papel de horno, cubrirla con otro papel de horno y enrollarla. Meterla en una bolsa o envolverla con film o aluminio.
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